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Spaghetti con salsa de aguacate

Si es tu fruto favorito, suma más preparaciones con aguacate y disfruta su exquisito sabor ahora como salsa sobre la pasta. ¡Una maravilla!

¿Qué más puedes hacer con el aguacate? Mayonesa, al horno con huevo, una salsa guacamole, fritas, pizza, en fin, preparaciones que suman sabor cuando tienen este bondadoso ingrediente entre la receta.  Ahora, ¿qué te parece unos spaghettis con salsa de aguacate? ¡Genial!

Para lograr la salsa debes hacer la parte caliente primero e incorporar el puré de palta-o aguacate- al final, porque si lo incorporas a la sartén con el fuego  pierde propiedades y se pone amarga. Al final, te damos otra opción de salsa con este mismo ingrediente. Elija la que mejor le parezca y póngase a cocinar. Disfruta esta mezcla sobre tus spaghettis recién cocidos, al dente, y comparte la magia verde de los siempre sabrosos aguacates.

Ingredientes

  1. 1 cucharada de mantequilla
  2. 1 cucharada de fécula de maíz (maicena) o de harina
  3. 1 taza de caldo de vegetales
  4. 3 paltas maduras hechas puré
  5. 3 cucharadas de crema/nata
  6. sal y pimienta blanca a gusto
  7. Tu pasta preferida, cocida al dente

Cómo preparar spaghetti con salsa de aguacate

  1. Hacemos un roux con la mantequilla y la fécula de maíz, es decir, derretimos la mantequilla en una sartén a fuego suave incorporando la harina o fécula y agregando encima el caldo, que no debe estar tibio para que no se hagan grumos.
  2. Cuando comience a hervir y haya espesado sacamos del fuego e incorporamos la palta y la crema, salpimentamos.
  3. Servimos enseguida sobre la pasta bien caliente.

*Opción II. Otra salsa de aguacate sin necesidad de pasar por la sartén, para esto requieres de: 2 aguacates maduros, grandes, aceite, sal, Zumo de medio limón, Queso parmesano, Nata liquida. Abrir el aguacate (siempre cortándolo por la mitad, quitándole el hueso con un golpe de cuchillo y rodeando la carne de la piel con una cuchara, para que salga entero) y lo aplastamos con un tenedor. Cuando este bien molida le agregamos sal, el zumo de medio limón, un poco de queso rallado y un poco de nata en el caso de que nos quede muy espeso y que creamos que no va a servir como “salsa”.

Fuente: Pamela, rescatadora de recetasRecetas de cuchara y cuchillo

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